La conquista militar. En el caso de la mayor parte del territorio de la actual Andalucía, el desembarco romano y la conquista se produjo como consecuencia de la Segunda Guerra Púnica (finales del siglo III a.C., comienzos del siglo II a.C.). En el resto de la Península se prolongó hasta finales del siglo I a.C. Se suele distinguir tres periodos:
1. Desde el 218 hasta el 197 a.C. Este periodo se inicia con el desembarco romano y concluye con la "Segunda Guerra Púnica" y el consiguiente dominio de la zona costera mediterránea de la Península.
2. Desde el 197 a.C. hasta el 29 a.C. Tras la "Segunda Guerra Púnica". Se inicia la conquista de los pueblos de la meseta y del interior. Por el descontento con el pueblo romano, que en buena parte se dedica a la explotación de los recursos mineros de la Península, se producen levantamientos. Podemos destacar la "Guerra Lusitana" y la "Guerra Celtibérica". A partir del 133 a.C., excepto alguna expedición de los ejércitos romanos al Norte de Portugal y a Galicia, los conflictos bélicos, que se producen en este periodo, se encuadran dentro de las guerras civiles de Roma.
3. Desde el 29 a.C. hasta el 19 a.C. Augusto, decidido a acabar con las frecuentes incursiones en la meseta de pueblos de la franja cantábrica, ataca a sus territorios (toda la franja cantábrica), terminando con ello la conquista de la Península.
1. Desde el 218 hasta el 197 a.C. Este periodo se inicia con el desembarco romano y concluye con la "Segunda Guerra Púnica" y el consiguiente dominio de la zona costera mediterránea de la Península.
2. Desde el 197 a.C. hasta el 29 a.C. Tras la "Segunda Guerra Púnica". Se inicia la conquista de los pueblos de la meseta y del interior. Por el descontento con el pueblo romano, que en buena parte se dedica a la explotación de los recursos mineros de la Península, se producen levantamientos. Podemos destacar la "Guerra Lusitana" y la "Guerra Celtibérica". A partir del 133 a.C., excepto alguna expedición de los ejércitos romanos al Norte de Portugal y a Galicia, los conflictos bélicos, que se producen en este periodo, se encuadran dentro de las guerras civiles de Roma.
3. Desde el 29 a.C. hasta el 19 a.C. Augusto, decidido a acabar con las frecuentes incursiones en la meseta de pueblos de la franja cantábrica, ataca a sus territorios (toda la franja cantábrica), terminando con ello la conquista de la Península.
Tras la conquista de cada zona de la Península, se inicia un proceso de extensión de la cultura romana. En la península ibérica, la adopción de las costumbres de Roma fue muy intensa y relativamente rápida, de forma que podríamos decir que, en el siglo I d.C., la adaptación era ya completa.
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